Hablemos de la humanidad... De nosotros...Los que ya no somos los mismos... Te miro...Atrás quedó el respeto...No me digas ni si ni no....Ahora eres una más entre muchas...
Existe el tiempo....Tiempo de soledad... Donde volver no quiero... Ni regresar de donde partí...
Anduve de un lado a otro... No había nadie...Una melodía...Ellos le llamaban son....Todos bailaban por igual...Yo me apartaba... Hoy tampoco sabría seguirlos...
Fui tú...Quisiendo ser dos... Y sin embargo te marchaste... No olvido...Vacío..Añoro... Desubicada me encuentro... Vente... No me dejes sola... Quédate conmigo...
Aún me pierdo entre los pasos de la gente... Humanidad...Delirio....Pasado...Camino...Presente...Quién sabe de futuros...
Pero hoy ellos no escuchan.... Dicen tener verdades disfrazadas como puños... Dolor... Desconocedores...Permíteme que lo dude...
Para quienes saben de disfraces...Para ellos... para ellos sí hay camino...
Sufren porque sin dolor aparecería la muerte...Saben caminar junto a él... Esos andares...
Andares de dureza.... De la que aprendí a ser QUIEN SOY.
(Patricia....Para la humaidad dañina.. Para mi...Que un día lo fui conmigo...Para pasos que van y no vuelven porque saben que están ubicados... Por saber sufrir y aprender de ello....Por ser quien sé que soy)
"Para los que llegan a las fiestas
ávidos de tiernas compañías,
y encuentran parejas impenetrables
y hermosas muchachas solas que dan miedo
—pues uno no sabe bailar, y es triste—;
los que se arrinconan con un vaso
de aguardiente oscuro y melancólico,
y odian hasta el fondo su miseria,
la envidia que sienten, los deseos;
para los que saben con amargura
que de la mujer que quieren les queda
nada más que un clavo fijo en la espalda
y algo tenue y acre, como el aroma
que guarda el revés de un guante olvidado;
para los que fueron invitados
una vez; aquéllos que se pusieron
el menos gastado de sus dos trajes
y fueron puntuales; y en una puerta
ya mucho después de entrados todos
supieron que no se cumpliría
la cita, y volvieron despreciándose;
para los que miran desde afuera,
de noche, las casas iluminadas,
y a veces quisieran estar adentro:
compartir con alguien mesa y cobijas
vivir con hijos dichosos;
y luego comprenden que es necesario
hacer otras cosas, y que vale
mucho más sufrir que ser vencido;
para los que quieren mover el mundo
con su corazón solitario,
los que por las calles se fatigan
caminando, claros de pensamientos;
para los que pisan sus fracasos y siguen;
para los que sufren a conciencia,
porque no serán consolados
los que no tendrán, los que no pueden escucharme;
para los que están armados, escribo."
ávidos de tiernas compañías,
y encuentran parejas impenetrables
y hermosas muchachas solas que dan miedo
—pues uno no sabe bailar, y es triste—;
los que se arrinconan con un vaso
de aguardiente oscuro y melancólico,
y odian hasta el fondo su miseria,
la envidia que sienten, los deseos;
para los que saben con amargura
que de la mujer que quieren les queda
nada más que un clavo fijo en la espalda
y algo tenue y acre, como el aroma
que guarda el revés de un guante olvidado;
para los que fueron invitados
una vez; aquéllos que se pusieron
el menos gastado de sus dos trajes
y fueron puntuales; y en una puerta
ya mucho después de entrados todos
supieron que no se cumpliría
la cita, y volvieron despreciándose;
para los que miran desde afuera,
de noche, las casas iluminadas,
y a veces quisieran estar adentro:
compartir con alguien mesa y cobijas
vivir con hijos dichosos;
y luego comprenden que es necesario
hacer otras cosas, y que vale
mucho más sufrir que ser vencido;
para los que quieren mover el mundo
con su corazón solitario,
los que por las calles se fatigan
caminando, claros de pensamientos;
para los que pisan sus fracasos y siguen;
para los que sufren a conciencia,
porque no serán consolados
los que no tendrán, los que no pueden escucharme;
para los que están armados, escribo."
(Rubén Bonifaz Nuño... Veracruz,1923....Quien supo dibujar la vida con toques críticos y humanistas)
Buena elección.
ResponderEliminarTe dejo una reflexión del mismo poeta:
"Nuestros antepasados estaban hechos para hacer la guerra, una guerra, desde luego, no como se entiende ahora. Nadie puede educarse para capitán y decir: “Solamente venimos a sufrir,/ solamente venimos a llorar.” Lo que en verdad dirían ellos es esto: “Solamente venimos a conquistar,/ solamente venimos a vencer.” Los hechos históricos demuestran que era ésta la doctrina que los aztecas seguían: no la de la tristeza y la inutilidad de quien no sirve para nada y sólo viene a sufrir, sino la de quien sirve para todo y quiere dominar al mundo".
Bsss